Buenos días de agosto. Un agosto, todo hay que decirlo, que ha comenzado con el pie torcido, ya que las nubes y el viento nos acompañan durante estas primeras jornadas del mes de veraneo por excelencia. Sí sé que te tengo olvidado, pero he pasado unos días sin ganas de contar nada al mundo. No es que haya estado con las pilas a medio cargar, sino que simplemente no tenía ganas o no he hayado el momento para comunicarme con el mundo.
Como decía al principio, comenzamos un nuevo mes dentro e mi periodo vacacional y, aunque aún queda, ya comienza a verse el final. Pero no quiero ser agonía porque aún quedan muchos días por delante y sería injusto que comenzara a quejarme cuando tengo practicamente un mes de vacaciones por delante. Un mes que va a estar marcado o condicionado por nuestra escapada a Marsella, nuestra primera salida internacional, si es que Portugal no cuenta. La verdad es que aún no estoy preparando mucho del viaje, sólo me he interesado por las maletas pequeñas de viaje, de estas que llevas en la cabina del avión para no tener que facturar el equipaje. Tenemos una en casa que nos regalaron en la agencia cuando concertamos nuestro viaje a Fuerteventura, pero necesitamos otra.
Mientras llega el día 16, cuando partamos al país vecino, hemos vuelto a la rutina diaria de la natación. Un nuevo mes que comenzó ayer y en el que se han sumado caras nuevas, entre ellas, la de mi hermano mayor, que se ha animado a nadar. Jornada aparentemente de cambios, ya que nos han cambiado al monitor. A Laura, la chica que nos ha estado instruyendo en el mes de julio lo ha sustituido, muy a su pesar, un chico, Ismael creo, que nos dio bastante caña ayer. Aunque. por lo que pude oir, no va a ser nuestro monitor fijo y puede que Laura vuelva a nosotros. La verdad es que el chico no lo hace nada mal, pero a Laura ya le habíamos cogido cariño, y éste puede mas que el perfeccionamiento. Veremos lo que pasa hoy.
Se me olvidaba, ayer compramos una planta en una tienda nueva de decoración que hemos descubierto en Dos Hermanas. Por dos euros, menos un céntimo, nos hemos traído a casa el que, si todo sale bien, será nuestro primer pepino cultivado. Sí, estamos experimentando con un tiesto con varias semillas, supuestamente de pepino, y tierra, de la que se supone florecerán estos frutos. Que crezcan o no, no te lo puedo asegurar, pero al menos lo vamos a intentar.
Bueno me despido porque hoy tenemos visita para almorzar. Ya os cuento.
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