Lanzarote es una isla para ir acompañado y saber si quieres seguir o no con la persona que te acompaña. Con estas palabras definía Pedro Almodóvar a la isla canaria durante la promoción de su película Los abrazos rotos en una entrevista con Buenafuente. Declaraciones que oí ayer, tras mi regreso de vacaciones, después de haberle dicho a mi marido en el ferry que nos traía de vuelta de Lanzarote a Fuerteventura que me acababa de reenamorar de él. Coincidencias de la vida.Y como nuestro sino es seguir juntos y aprovechando que a mi esposo le quedaba aún un día libre antes de volver al trabajo tras su persmiso marital, hemos decidido irno a pasar el día a la playa, a Cuesta Maneli(Mazagón-Huelva). Ya había ganas de disfrutar de un día de playa made in Andalucía en mi paraiso particular de la costa onubense y lo hemos aprovechado hasta el final, ya que hace apenas una hora que hemos llegado a casa.
Aunque las comparaciones son odiosas y yo no cambio la Cuesta por nada, de entrada se notan las diferencias entre la playa en la que nos hemos estado bañando durante la última semana y esta. El agua cristalina de Fuerteventura ha dado paso al azul verdoso de Mazagón, aunque lo menos agradable y que más me saca de mis casillas, ya que el agua estaba hoy muy calentita, es ver la suciedad que había acumulada en la playa. Basura que el mar devuelve a la costa porque alguien la ha depositado donde no debía haberla dejado. Es triste ir paseando por la orilla del mar y tropezarte con media sandía, un tomate, bricks de zumo, pets de refrescos o envoltorios de helados. Si es que somos unos guarros y no somos conscientes del paisaje que tenemos para nuestro disfrute y nos empeñamos en destruirlo. Luego, nos prohíben la entrada a este rincón del parque Doñana y nos pondremos como un obelisco...
Además de guarros(sin generalizar) en Andalucía somos diferentes y eso se nota en el ambiente de una playa del sur de España. Hoy en la Cuesta era el día de los mariquitas pueblerinos(sin acritud). Porque no se puede ser más cateto que uno que habla por el móvil en la orilla de la playa, a voces, para que todos se enteren o para que me entere yo, que soy el que estaba más cerca, que hoy iba a la fiesta del agua del Priscilla y que iba a coger el tren(en Dos Hermanas) a las 12 para ir a Sevilla. Dios los cría y ellos se juntan, porque hicieron mjuy buenas migas con otras dos mariquitas provincianas que me pararon en pleno paseo matutino por la playa para preguntarme donde estaba la zona de los lodos en la playa, como si se creyera que estábamos en un spa. Cuando hablaba de los lodos se refería a un rincón del acantilado de la playa, donde termina el parque nacional de Doñana, que al estar más húmedo que el resto, la arena está algo mojada y algunos se la refriegan por el cuerpo...
Pero para raros o diferentes cuatro tíos que llegaron al final de la jornada y que nos dieron, a servidor y a mi marido, para un rato de elocubraciones. Te pongo en situación, querido diario. El grupo lo integraban un niñato postadolescente, un señor algo rechoncho, otro más flaco y uno rapado; estos tres últimos más adultos que el primero y de los que no sabría confirmar su tendencia sexual. Se despelotan, porque no lo he especificado pero Cuesta Maneli es una playa naturista o propensa al nudismo, y se van a bañar. Hasta aquí todo bien, pero a la vuelta el jovencito, que es el primero que llega, empieza a tocarse como un descosido el pene(que pasó por todos sus estados), como si nunca antes se lo hubiese visto y estuviese descubriéndolo, ante una mezcla de incomodidad y pasotismo de los tres que lo acompañaban, menos uno, el calvo, que creemos le llamaba la atención... Lo que nos ha hecho elocubrar un poco es la relación que mantenían entre ellos. La primera hipótesis fue que dos de ellos eran gays y los otros dos padre e hijo. De aquí pasamos hasta a suponer, por la actitud calenturienta del jovenzuelo, que éste era un puto; culminando con la hipótesis de que tres de ellos, joven incluido, no estaban muy cuerdos y el calvo era su monitor o acompañante del centro en el que estaban internados...
Y es que nunca se han puesto a pensar en estos momentos de ocio o plantearse la vida que llevan las personas que están cerca de ti, desconocidas por supuesto, en un sitio público. Yo en la playa lo hago mucho ya que al ver a la persona en su desnudez extrema o más básica, permite a tu mente imaginar la vida de esa persona cuando está fuera o lejos de la playa. Es como crear una vida a la carta para esas personas a raíz de un cuerpo o de una actitud. Te aseguro que pueden salir historias muy interesante, por lo que te invito a ello...
Antes de despedirme quería hablarte de un programa que vi ayer en Telecinco, Las joyas de la corona,donde se han propuesto hacer de doce quinquis, seis chicos y seis chicas, unas personas de provecho y educadas, además de refinadas y elegantes como su musa, Carmen Lomana. Sólo comentar que la base del programa, su esencia, me parece de lo más acertada, ya que está muy bien que se le enseñen modales y algo de educación a unas personas que carecen completamente de estos atributos. Luego, los aderezos de un programa tipo reality ya es harina de otro costal y tema para otros diarios...




