sábado, 16 de julio de 2011

Día 3. Dale mas gasolina

Buenas tardes, querido diario de vacaciones. Hoy ha tocado día de playa y vaya diita. Ayer tarde, como estaba previsto, tuve sesión vespertina de cine, más concretamente, de cine de animación infantil, en compañía de mi adorable sobrino. Por fin pudo ver Cars 2, después de semanas y semanas preguntando que cuándo íbamos a ir a verla. Pues ayer fue el día y allá que nos plantamos en Sevilla en Metro y con una temperatura bastante calurosa que nos acompañó hasta que nos metimos en la sala de cine. Reconozco que no he visto la primera parte pero no creo que haga falta para ver la segunda. Técnicamente la peli está bastante bien, sobre todo las animaciones de las ciudades de Londres, Tokio y un pueblo de costa italiano. Lo que me falla, pensando en el público al que va destinado, es el guión, ya que dudo mucho que todos los churumbeles que estaban en la sala 4 de Plaza de Armas viendo la película se enteraran del trasfondo de la trama: esa revelión de los coches antiguos de gasolina contra los coches modernos y los nuevos combustibles. No me enteré ni yo, hasta que no lo explicaron al final. Este pequeño detalle provocó que a la mitad de la peli la mayoría de los niños no sabían que hacer con sus vidas en aquella sala, aunque Gonzalo, mi sobrino, aguantó bastante interesado hasta el final la historia.
Tras una noche bastante calurosa en la que he terminado durmiendo en mi salón, escuchando como la vecina tendía a las 5 de la mañana y como salía uno de los vecinos de enfrente en bici, esta mañana nos hemos levantado temprano para irnos de playa. Hoy sí ha podido ser y al final el cambio de fecha no nos ha venido tan mal. Las cosas nunca pasan por aquí y hoy nos hemos enterado que ayer viernes a las 9 y media un accidente en la A-49 provocó unas retenciones de horas. Un incidente que nos podría haber pillado muy cerca de haber ido a la playa el viernes, por lo que no hay mal que por bien venga.
El día ha sido espléndido en todos los sentidos:ha hecho mucho calor, el agua no estaba tan fría como la semana pasada, estaba muy limpia, y nos lo hemos pasado muy bien, en nuestra tónica, bañándonos, paseando, descansando y leyendo. Gracias a estos ratitos de lectura sigo avanzando con La mano de Fátima, de Ildefonso Falcones, acercándome, como el que no quiere la cosa, a la mitad del libro.
Ahora, ya en casa y duchado, y mientras aguardo que mi marido cumpla con su jornada laboral, voy a prepararme algo para cenar. Creo que tiraré de un poco de salmorejo que sobró ayer, fresquito y reconfortante. Y luego no sé muy bien por donde tiraré, si algo de tele, una peli, una serie de televisión o vageo con el portatil en el sillón. Lo que me pida el cuerpo y ahora lo que me pide es comer. Buenas noches y hasta mañana.

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